He
salido al balcón, una fuerza sublime y exquisita, me llamaba, eras tú Amor con
tus mieles gozosas reflejándose en tu
rostro y en tu piel.
Llegas
glamoroso, bañado con la savia de tu cuerpo que tanto me invita a
navegar dentro de ti.
Te
tomé de la mano para llevarte a mi alcoba y regalarte mi fragancia sensual que
tanto te gusta gozar. Comenzamos a
seducirnos entre abrazos, y nuestros besos húmedos, recorrieron nuestras
bocas, al oído nos susurramos bellas
palabras de placer y de amor.
Me
pediste que me sentará sobre ti, querías besar mis pechos erguidos que tanto
esperan de ti. Con tus labios que los hace enloquecer hasta dejarme extasiada
de tanta humedad atropellada por la locura que en mis montañas pasa.
Mientras
tus manos dibujan mi espalda acariciando suavemente, deseas con ansiedad verme
disfrutar del placer gozando sobre ti.
Nos
recostamos delicadamente sobre mi cama, nos miramos y el amor llega a instantes
con pasión en espera de sentirnos complacidos el uno junto al otro disfrutando
del placer.
Tus
mieles derraman dulces gozos sobre mí hasta encender mi tesoro, mientras tomo
tu bandera para dibujar sobre ella un beso dulce que te haga enloquecer. Nos
quedamos jugando eternamente haciendo el amor hasta fundir nuestras mieles para
terminar en un éxtasis sin final.
Mientras
contemplamos el alba que nos regala nuestro Brillo del mar y terminar los dos
que un dulce “te quiero Amor”.
Beatriz
Martín
20/10/11
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