DESDE MI BALCON … Naufragando entre sueños
Me despertó un ruido, miré y era una silueta extraña que estaba en la venta de mi balcón, su reflejo era como el de una medusa y sus dedos afilados como la punta de una espada que no llegaba bien a adivinar.
Sabía que no era mi Amado había zarpado con el viento, lo había llamado para recorrer el mundo cantando sus lamentos y quebrantos.
Yo seguía en mi cama impávida y con el miedo metido en el cuerpo, escondida entre las sábanas, y solo mi soledad me acompañaba.
La Silueta se fué haciendo enorme, cubriendo una sombra de mi alcoba mientras el terror entraba por mi entrañas; había asaltado mi balcón y pronto estaría encima de mí. Me puse de pie y solo logré alcanzar mi dormilona blanca de seda mientras mi cuerpo gritaba de miedo .
Comencé a llamar a mi Brillo del Mar para que viniera a rescatarme y al ver que no me escuchaba me quede aterrada de miedo; en segundos la silueta se me hizo presente de espaldas y sentí que estaba a mi lado siendo tal mi enorme sorpresa al comprobar que se trataba de una Sirena hermosa y encantadora.
Habia venido a avísame de que mi Amado había naufragado y que mi Brillo del mar, lo acompañaria hasta que yo fuera a rescatarlo.
Sentí mucho miedo, hasta que la Brisa del Mar me dio fuerza y junto con la Sirena fuimos a buscarlo entre tempestades. Viajamos mucho mar adentro y parecía infinito el horizonte, mientras olas nos agitaba de un lado a otro sin cesar.
A lo lejos divise a mi Amado y lo encontré escribiendo versos de llantos en su barca, como si de una carta de amor se tratase. Al verme su rostro se iluminó y su pluma dejó de plasmar pensamientos para llegar hasta mi y entre abrazos y besos esperar juntos los dos la tan ansiada calma. Bello fué nuestro regreso, mi amado y yo juntos en medio del mar junto a mi brillo, esperando anclar hasta la eternidad en nuestro bello Rincon de Amor.
Sabía que no era mi Amado había zarpado con el viento, lo había llamado para recorrer el mundo cantando sus lamentos y quebrantos.
Yo seguía en mi cama impávida y con el miedo metido en el cuerpo, escondida entre las sábanas, y solo mi soledad me acompañaba.
La Silueta se fué haciendo enorme, cubriendo una sombra de mi alcoba mientras el terror entraba por mi entrañas; había asaltado mi balcón y pronto estaría encima de mí. Me puse de pie y solo logré alcanzar mi dormilona blanca de seda mientras mi cuerpo gritaba de miedo .
Comencé a llamar a mi Brillo del Mar para que viniera a rescatarme y al ver que no me escuchaba me quede aterrada de miedo; en segundos la silueta se me hizo presente de espaldas y sentí que estaba a mi lado siendo tal mi enorme sorpresa al comprobar que se trataba de una Sirena hermosa y encantadora.
Habia venido a avísame de que mi Amado había naufragado y que mi Brillo del mar, lo acompañaria hasta que yo fuera a rescatarlo.
Sentí mucho miedo, hasta que la Brisa del Mar me dio fuerza y junto con la Sirena fuimos a buscarlo entre tempestades. Viajamos mucho mar adentro y parecía infinito el horizonte, mientras olas nos agitaba de un lado a otro sin cesar.
A lo lejos divise a mi Amado y lo encontré escribiendo versos de llantos en su barca, como si de una carta de amor se tratase. Al verme su rostro se iluminó y su pluma dejó de plasmar pensamientos para llegar hasta mi y entre abrazos y besos esperar juntos los dos la tan ansiada calma. Bello fué nuestro regreso, mi amado y yo juntos en medio del mar junto a mi brillo, esperando anclar hasta la eternidad en nuestro bello Rincon de Amor.
Beatriz
29Sep/11
uffff, que susto amiga,gracias a Dios no fuè nada malo, saluditos
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